Los langostinos son animales pertenecientes al orden de los crustáceos decápodos, de la
familia de los peneidos (Penaeus).
Tienen longitudes que oscilan entre los 12 y los 20 centímetros, aunque el
conocido como langostino común no suele superar los 15. Tienen una cabeza grande y los ojos
les sobresalen hacia fuera. A diferencia de otros crustáceos el abdomen de los
langostinos
no está excesivamente desarrollado; se encuentra aplanado y a los lados tiene las diez patas, de
las cuales los tres primeros pares acaban en pinza mientras que las cuatro restantes tienen forma
de uña. También disponen de antenas. Presenta un color rosa claro (casi blanco en ocasiones), al
igual que la carne del abdomen.
El langostino común habita en las costas españolas, mientras que en el
resto del mundo habitan otras especies diferentes del mismo género. Se trata de un animal nocturno
y muy activo. Al igual que otros crustáceos, de día se entierra en la arena y no es hasta la noche
cuando sale a comer todo lo que encuentra a su paso. Viven cerca de las costas, a profundidades no
superiores a los 100 metros. Es muy común encontrar a los langostinos en marismas y estuarios,
cerca de zonas de arena, y allí donde las corrientes de agua cambian constantemente, como en la
desembocadura de los ríos.
En España las especies de langostino más conocidas son el langostino de San
Lucas de Barrameda, el de Vinaroz y el del Mar Menor. Se trata de tres géneros muy cotizados en el
mercado gastronómico, llegándose a pagar grandes cantidades de dinero si este es fresco. A lo largo
del mundo hay otras especies diferentes de colores distintos. Así, por ejemplo, se encuentra el
langostino tigre, que presenta subespecies como el langostino tigre gigante o el tigre verde. Se
pueden distinguir fácilmente por unas líneas de color oscuro que rodean su cuerpo.
Los langostinos están muy bien considerados dentro del mundo del
marisco,
ya que aunque el sabor de la carne es mucho más suave y el color menos intenso que el de otros
crustáceos el precio es mucho más asequible y no deja de ofrecer buenos resultados en cuanto a
sabor se refiere. Esto es debido a que con los años se han construido muchos criaderos a lo largo
de todo el mundo, aumentando así la oferta enormemente. En España la cría de langostinos se realiza
sobre todo en las regiones catalana, valenciana y murciana. Para la pesca se utilizan dos métodos:
el de arrastre y el de nasa. El de arrastre es una técnica que está cayendo en el desuso dada la
peligrosidad que implica. Consiste en arrastrar una red gigante sujeta entre dos barcos, de forma
que atrapa todo lo que encuentra en el fondo del mar, poniendo así en riesgo especies en peligro de
extinción. El segundo método es el de nasa, que consiste en tender una trampa a los crustáceos para
que se coman los peces existentes en el fondo de un cubo con tapa, que hace el papel de cebo.
Cuando los crustáceos están dentro, la tapa se cierra y ya no pueden salir.
En la gastronomía española los langostinos se sirven normalmente cocidos.
También son típicos en el cóctel de marisco y en las brochetas. Combinan bien con el arroz y en
general es un animal muy concurrido en la época navideña. |